lunes, 23 de abril de 2018

Petro va ganando, duélale a quien le duela


La semana pasada hubo una columna “de veras iluminante” de Enrique Santos Molano en Eltiempo.com, titulada Encuestas, candidatos y programas, donde al referirse a las encuestas electorales afirmó que de un tiempo para acá “están destinadas no a mostrar la realidad de la intención de voto, sino a crear una tendencia virtual”. (Ver columna).

Ahí el articulista coincide con una columna anterior del suscrito, quien habló del crecimiento repentino y sospechoso de Iván Duque unos días antes de la elección del 11 de marzo y sostuvo que esas encuestas parecían “inducir al electorado a votar en la consulta (…) por el candidato de Uribe y no por la candidata de Andrés Pastrana”, como en efecto ocurrió. Santos Molano aterriza en cifras esa misma impresión al argumentar que “Iván Duque da un salto prodigioso en la garrocha de la opinión pública, y del 12% en que estaba trepa al 42%”, para quedarse de ahí en adelante en el supuesto primer lugar de las preferencias, hasta el día presente.

Pero donde pone el dedo en la llaga es cuando afirma que el modelo de encuestas de proyección que consulta la opinión de máximo 3.000 mil personas y sobre los resultados se deducen tendencias, “ya es obsoleto. Primero, porque han sido siempre manipulables; y, segundo, porque Internet ha introducido las encuestas en línea, atinadas en un ciento por ciento, pues llegan a un universo mucho más amplio, de lejos, que el de las encuestas tradicionales”.

Es verdad que en las encuestas on line solo votan los que tienen computador o celular con Internet y datos, pero igual es cierto que estas reflejan más fielmente las tendencias reales que aquellas que solo consultan a un número de personas que rara vez es superior a 3.000.

Basado precisamente en esa premisa, días atrás yo preguntaba en Twitter “¿por qué en todas las encuestas que hacen en las redes sociales siempre gana @petrogustavo, mientras en las que hacen las empresas encuestadoras siempre gana @IvanDuque?” (ver trino). Y mostré los resultados de una encuesta virtual realizada por Semana.com al día siguiente del debate presidencial organizado por ese medio y Teleantioquia, en la que participó la escandalosa cifra de… ¡148.845 votantes! y donde frente a la pregunta “¿Usted quién cree que ganó el debate?”, los resultados fueron: (Ver encuesta).

Gustavo Petro: 43%
Germán Vargas: 31%
Sergio Fajardo: 13%
Iván Duque: 13%

Haciendo claridad en que a ese debate no pudo asistir Humberto de la Calle porque su avión salió tarde, ¿es comprensible que la preferencia de casi 150.000 colombianos no constituya tendencia nacional, pero que sí la tenga una encuesta de proyección que solo consulta (y toca creerle) a solo 3.000 parroquianos…?

Están además las ‘encuestas’ de la gente que acude a manifestaciones en plaza pública, y encontramos que en estas también arrasa Gustavo Petro. Pero, vaya uno a saber por qué, rara vez son noticia para los grandes medios que divulgan con pitos y tambores los resultados de aquellas en las que siempre gana Iván Duque…

¿A qué extraño fenómeno obedece -se pregunta el columnista Enrique Santos en palabras que suscribo como propias- que mientras “las manifestaciones multitudinarias y rugientes de emoción democrática que aclaman a Petro” coinciden con lo que muestran las encuestas virtuales, las encuestas tradicionales caminan en contra evidencia total de esa realidad nacional?

Averígüelo Vargas… o Duque, o Fajardo, o De la Calle, o Morales, o Semana, o El Tiempo, o RCN…

DE REMATE: Al testigo antioqueño Carlos Enrique Areiza le pasó lo mismo que a Francisco Villalba, quien testificó contra Álvaro Uribe por lo de la masacre de El Aro: lo sacaron de la cárcel para poder matarlo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Señor articulista, siendo objetivos, ¿no cree que el hecho de que Petro tenga un 40% de amigos falsos en redes sociales influya algo en ese resultado tan dispar y alarmantemente inflado? ¿No será más un intento desesperado suyo y de la izquierda de moldear la opinión y dar un poco de oxígeno a Petro y sus seguidores de campaña ante tanta encuesta donde salen perdiendo?

Ivan Chavez dijo...

Personalmente comparto su noción de que las encuestas tradicionales son altamente manipulables, pero este escrito dificilmente puede ser considerado una crítica. Si su intención fuese desmentir la veracidad de las encuestas tradicionales podría revisar los parametros de muestreo de las encuestas que cita y argumentar con bases sobre lo que cree, sin embargo se limita a un argumento flojo y altamente contradictorio.

Usted argumenta que las encuestas online tienen mayor carácter representativo sin mencionar lo obvio, la mayoría de las encuestas en internet tienen la vulnerabilidad de que se puede votar más de una vez. Unicamente con ese factor las encuestas online pierden cualquier pretensión de representabilidad. No solo eso sino que la base de usuarios en internet es demograficamente distinta al perfil demografico del votante promedio.

En Colombia casi la mitad de la población carece de acceso a internet (43%) aparte de eso se puede afirmar a priori que el internet por ser una tecnología relativamente nueva tiene una base de usuarios bastante joven, de los cuales se sabe que al menos 60% no vota, casi la misma proporcion de la población general que al igual se abstiene de votar. Estos son factores que con toda seguridad ninguna de esas encuestas online consideraron y que claramente usted tampoco consideró a la hora de afirmar que "alcanzan un publico más amplio".

Anónimo dijo...

NO PUEDO CREER QUE ESTE MEDIO NOO VERIFIQUE LAS PUBLICACIONES DE SUS COLUMNISTAS ANTES DE PUBLICARLAS. LA ENCUESTA DE REVISTA DINERO ES FALSA, QUE PERIODISTA TAN MALO QUE NO CONTRASTA FUENTE, NO SE ASEGURA QUE LO QUE DICE ES VERDAD!! RECTIFIQUEEE

Anónimo dijo...

Letras que desde el titulo marcan mas los odios y rencores. Cada uno vota por quien considera es el mejor. Votar por Duque no debe dolerle a nadie. Si no gana pues con respeto y apoyo al q quede se debe asumir los cambios para colombia. Señpr periodista. podra usted haber estudiado mucho pero en esta columna se le fueron las luces.